Nivel: Básico
Para entender los inconvenientes que supone ajustar las dimensiones, cómo
aparecerá el papel o con qué calidad, partiremos de una
foto de
ejemplo que vamos a imprimir. Usaremos el software
IrfanView, un clásico
gratuito de la
gestión de imágenes con opciones para edición
excelentes para el caso que nos ocupa. Tras cargar la imagen de ejemplo, de la
cual queremos sacar una foto de carné, en el menú Imagen/Información veremos la
información de partida: sus dimensiones (3.744 x 5.616 píxeles) o la resolución
«digital» (240 píxeles por pulgada).
También tenemos el tamaño en centímetros junto con datos sobre la
resolución y un par de casillas donde la información que ves
indica que, para una
impresora con una densidad de píxeles de
240 ppp (píxeles por pulgada), las dimensiones máximas de impresión que podemos
obtener sin interpolar información son de 39,62 x 59,44 cm. Los píxeles por
pulgada dan idea de densidad de píxeles. Es decir, para una pulgada física (2,54
cm) en un medio con 240 ppp, podemos empaquetar en ese espacio 240 píxeles.
Así, para una imagen de 3.744 píxeles, para una densidad de 240 píxeles por
pulgada, tenemos un espacio físico ocupado por la
foto de 15,6
pulgadas, que son, precisamente, 39,6 centímetros. La clave para ajustar el
tamaño de impresión de la imagen es jugar con el parámetro que
relaciona el tamaño de impresión en centímetros o pulgadas con el tamaño de la
foto en píxeles.
Tomemos como punto de partida una foto con un tamaño de 5.184 x 3.456
píxeles. Según indica el panel de información, tiene más de 50 x 30 cm para una
resolución de 240 ppp, así que tendremos que hacer algunos cambios para
ajustarla al tamaño de una foto de carné de 3 x 4 cm.
1. Edición básica
Lo primero es realizar una edición básica recortando la sección rectangular
donde está el rostro, con una proporción 3 x 4 que es la requerida para nuestra
foto de carné. Para ello, realizamos una selección rectangular con el ratón que
englobe el rostro. Para mantener la proporción 3 x 4 cm, dividimos 4 entre 3 y
obtenemos un factor de proporción de 1.3. Si elegimos un ancho de 2.000 píxeles,
la altura deberá ser de 2.666 píxeles, así que escogemos las dimensiones (el
tamaño del
rectángulo de selección se muestra en la barra de
título) que coincidan con esas cifras aproximadamente. Tenemos 2.001 x 1.665
píxeles y usamos la opción Cortar (selección), en el menú de edición.
2. La densidad de píxeles
Tras el recorte, el tamaño de la imagen en píxeles es menor, pero las
dimensiones de impresión están aún alejadas de los 3 x 4 cm deseados. En este
caso, son de más de 21 x 28 cm para una densidad de píxeles de 240 ppp. En
IrfanViewcambiar esto será tan sencillo como modificar el valor
de la
resolución por uno que se adecue a nuestro tamaño final
de 3 x 4 cm. Probamos a modificar el valor de la resolución a 300 ppp en ambas
casillas y pulsamos Cambiar, con lo que variará el tamaño de la imagen en
centímetros a un tamaño menor, pero aún mayor que lo deseado, unos 17 x 22
cm.
La pregunta es: ¿qué valor de la resolución (ppp) hace que el tamaño de
impresión sea de 3 x 4 cm? El cálculo que hay que hacer supone tener en cuenta
el tamaño en píxeles de la imagen (2.001 x 2.665 en este caso), que es la medida
de cuánta información es capaz de proporcionar la imagen digital con la que
estamos trabajando. Por otro lado, estamos manejando
pulgadas,
pero las dimensiones finales están en centímetros.
Hay que saber que una pulgada son unos 2,54 cm. Además, se debe diferenciar
entre la
resolución de la impresora en
dpi
(
dots per inch o puntos por pulgada) y la resolución del
archivo digital. Cuando vemos en una
foto que
tiene 72 o 240 ppp, solo se trata de un valor que está asociado a unas
dimensiones en cm que son las máximas que puedes conseguir en una impresora que
fuera capaz de imprimir a 72 o 240 ppp. Cambiando ese valor por sí solo,
manteniendo los píxeles de la imagen constantes, no supone modificar la
imagen.
Si en nuestra foto de carné hacemos los cálculos correspondientes, para que
el tamaño de impresión sea de 3 cm (1,181 pulgadas) en el plano horizontal,
necesitamos indicar que queremos empaquetar los 2.001 píxeles en esas 1,181
pulgadas, lo cual arroja una resolución en píxeles por pulgada (ppp) de 1.694
ppp (2.001/1,181). Para el plano vertical tenemos 4 cm (1,575 pulgadas) y 2.665
píxeles, lo cual supone una resolución de 1.692 ppp (2665/1,575). Si en la
casilla de resolución escribimos 1.693, el
tamaño de impresión
cambia por fin a 3 x 4 cm.
La pregunta que te harás ahora es: ¿si la
impresora imprime
con una calidad de 300 o 600 dpi, pasa algo por configurar la resolución a 1.693
ppp? La respuesta es no. El
software de impresión procesa los
píxeles, y estos se traducen en puntos físicos de tinta que se ajustan al tamaño
de impresión designado usando una densidad de gotas de tinta que depende de los
dpi en la impresora.
Tener un tamaño en píxeles mayor del necesario para imprimir con unas
dimensiones en cm dadas no es un problema más allá de trabajar con ficheros más
pesados. En esta captura puedes ver la diferencia en el tamaño de impresión en
un
DIN A4 dependiendo de tres configuraciones en la resolución:
por defecto a 240 ppp, a 300 ppp y a 1.693 ppp, que supone los 3 x 4 cm deseados
para el carné.
3.Algunos consejos prácticos
La impresión es una de las actividades que más quebraderos de cabeza provoca
a los usuarios. En la relación entre el
tamaño de una foto
recién salida de una cámara y el
tamaño de impresión
intervienen varios parámetros: el número de
píxeles de la foto
original, la
densidad de píxeles del soporte donde se va a
imprimir o ver (si es una pantalla) y las opciones de interpolación en las
tareas de redimensionamiento. Para unos píxeles y una densidad determinados, el
tamaño de impresión estará fijado de forma unívoca. De todos modos, hay más
apartados que conviene tener en cuenta a la hora de abordar la tarea de
impresión.
No olvides en primer lugar que, si haces pruebas, es preferible usar el
modo borrador de impresión. Te ahorrarás mucha tinta. Por otra
parte, para simular impresiones usa una
impresora virtual que
te permita imprimir en formato
PDF, pero con las opciones de
control propias de una
impresora física. Tendrás una idea
certera de cómo quedará el resultado en un documento real, pero sin necesidad de
obtenerlo físicamente.
Además, con fotografías merece la pena usar
papel
fotográfico de la máxima calidad que puedas, pero solamente una vez que
estés completamente seguro de que cuando imprimas en esa calidad todo saldrá
bien, o el precio por copia se disparará. Y, por último, en el caso de que
quieras ahorrar dinero, recuerda que los
servicios de impresión
profesionales son ya sumamente competitivos en precio.
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