Consejo 1. Hardware básico
Si algo distingue a los
PCs de sobremesa es que, salvo modelos compactos o un tanto especiales, sus posibilidades de reparación son casi infinitas. En caso de fallo de la
placa base, es relativamente sencillo encontrar placas compatibles en tiendas de electrónica, eBay, Segundamano y otros lugares de
compraventa de piezas. Ocurre lo mismo con procesadores, módulos de RAM, tarjetas gráficas, discos duros, unidades de CD/DVD e incluso ventiladores, que podemos encontrar en tiendas de componentes como www.acuista.com o www.optize.es.
Puede que, si nuestro PC es muy antiguo, nos cueste más de lo habitual
localizar la pieza adecuada. Por suerte, Internet es una fuente inagotable de recursos y suele ser fácil encontrar aquello que buscamos con hacer unas consultas en algún motor como Google o buceando en eBay. Lo peor que puede pasar es que la pieza que consigamos no sea nueva, aunque no es un problema demasiado grande en la mayoría de las ocasiones. Tan solo los
discos duros pueden darnos algún quebradero por la menor fiabilidad de uno usado, aunque siempre podemos encontrar
adaptadores que permitan conectar discos modernos
Serial ATA en antiguas
placas IDE, por poner un ejemplo.
Por último, respecto a los ventiladores, es importante recordar que las tiendas de electrónica pura y dura suelen disponer de
ventiladores en todos los formatos y tamaños. En caso de que sea complicado encontrar uno en el ámbito de la informática, siempre podemos optar por buscar uno que se adapte en una
tienda de electrónica. Al fin y al cabo gran parte de los utilizados en los PCs de sobremesa tienen medidas estándar que podemos encontrar fácilmente.
Consejo 2. Fuente de alimentación
Este elemento es también, por lo general,
fácilmente reparable. Si tenemos conocimientos avanzados de electrónica, es sencillo
sustituir un condensador que haya estallado o una resistencia dañada, y el precio de estos componentes es muchas veces ridículo (a veces de céntimos).
Si no contamos con conocimientos avanzados, siempre podemos recurrir a Internet, donde una simple búsqueda en Google puede ayudarnos a encontrar
manuales con los que enfrentarnos a esta tarea con algo de ayuda. En el peor caso, una
fuente ATX básica cuesta unos 30 euros y su sustitución es realmente asequible.
Consejo 3. Pantalla TFT
Las
pantallas TFT suelen ser más sencillas de remendar de lo que parecen. Habitualmente, se produce un
error en el encendido de la retroiluminación que, en el mayoría de los casos, viene motivado por un
defecto en el inverter, el componente encargado de suministrar el impulso de energía que hace que las lámparas de retroiluminación se enciendan.
En la Red disponemos de tutoriales para realizar esta tarea y webs de repuestos (ww.lcdparts.net o eBay), donde por unos pocos euros tendremos la pantalla operativa de nuevo. Esto es importante porque, si hablamos de monitores más económicos o antiguos, puede que el desembolso que conlleva acudir a un
servicio técnico sea poco rentable por el coste de la
mano de obra.
Consejo 4. Teclado y ratón
Terminando con los equipos de sobremesa, llegamos a los problemas más comunes de
teclados y ratones asociados al uso y especialmente relacionados con la limpieza. En teclados podemos levantar con cuidado las
teclas (encajan a presión), y aspirar toda la
suciedad que encontremos debajo. En ocasiones, un simple clip o grapa puede inutilizar ciertas teclas. Con la barra espaciadora o la tecla Intro, también es típico el hecho de que se salga la
pieza metálica que las hace bascular. Frente a ello levantar la tecla y volver a montarla con un poco de paciencia y cuidado puede permitirnos arreglarlas y seguir trabajando.
En cuanto a los
ratones, la limpieza vuelve a ser el principal caballo de batalla, sobre todo si aún integran
bola. Para los ópticos una buena higiene puede acarrear que mejoren la
precisión y calidad de los movimientos.
Los ordenadores portátiles
Consejo 5. Hardware interno
A diferencia de los sobremesa, en los
portátiles las cosas se complican bastante a la hora de
sustituir componentes hardware internos que se han deteriorado por el paso del tiempo. Podremos encontrar sin problemas
módulos de RAM SO-DIMM,
discos duros de 2,5” e incluso
unidades ópticas en eBay y tiendas de recambios on-line (como www.optize.es o www.piezasypartes.es), pero poco más.
Tanto la
placa base, con todos sus componentes integrados, como los
ventiladores suelen diseñarse más o menos a medida para cada familia de portátiles. El resultado es que, muchas veces tendremos que acudir al propio fabricante del equipo para solicitar el
repuesto y aquí llegará la sorpresa. Una placa puede costar muchos cientos de euros, lo que en equipos antiguos puede suponer que sea preferible comprar uno nuevo
Consejo 6. Pantallas
El asunto del
inverter y el
fallo de la retroiluminación es también habitual en los portátiles, aunque incluso más normales son las
roturas de pantalla por una caída. Aquí, la
restauración es más complicada que con las TFT de sobremesa, sobre todo porque en muchos casos los elementos vienen integrados.
No obstante, hay multitud de sitios en la Nube que nos brindarán la oportunidad de conseguir una pantalla para nuestro equipo (www.piezasypartes.es o www.lcds4less.com), la cual es posible sustituir sin demasiados problemas. Eso sí, hay que
desmontar el portátil con cuidado y pericia. Los precios de una pantalla de recambio parten de los 70-80 €, aunque depende mucho del tamaño y modelo exacto.
La
batería es, sin duda, el elemento que antes tendremos que cambiar en cualquier portátil y cuya sustitución resulta más elemental. Es factible recurrir al fabricante, aunque podemos llevarnos un susto. Por ello, conviene visitar páginas como www.bateriasportatil.es, donde encontrar baterías para prácticamente cualquier modelo (incluso los más antiguos) y comprar una original o compatible por un precio muy ajustado.
Sucede igual con los
transformadores: tenemos modelos compatibles en webs como www.tucargadordeportatil.com o www.piezasypartes.es a un precio más ajustado que los originales del fabricante. Además, siempre queda la opción de comprar uno compatible
multivoltaje que venden en tiendas de electrónica e informática. Esta clase de alimentadores permiten seleccionar el voltaje de salida y diferentes conectores, por lo que, aunque más voluminosos, se adaptan a cualquier modelo.
Equipos de impresión
Consejo 8. Contador interno
Ya es un clásico el
contador interno que incluyen ciertas
impresoras de Epson y que, tras superar un determinado número de páginas impresas, hacen que la máquina se detenga, muestre un mensaje de error y tengamos que llevarla al especialista. Oficialmente esto ocurre cuando se detecta un
fallo grave en la máquina o alguna pieza no remplazable falla.
Con otras máquinas no es tan notorio, aunque en prácticamente todas existen métodos para
resetear los mensajes de error que muchas veces se producen y bloquean la impresora obligándonos a acudir al servicio técnico.
En ciertos modelos de
HP, por ejemplo, ante un bloqueo de la máquina o problema con el
cabezal se produce uno de estos errores graves. Buscando en la Red por el modelo concreto, es posible localizar las
combinaciones de teclas utilizadas por los servicios técnicos de la marca para lograr limpiar el error, hacer un reseteo de la máquina y, en casos de avería puntual, hacer que vuelva a funcionar sin problemas.
Consejo 9. Cabezales
En lo que respecta a las impresoras con tecnología de
inyección de tinta es muy habitual ver cómo, por falta de uso, algún cabezal comience a
imprimir mal, presente rayas o directamente no expulse tinta. En estas situaciones, además de ejecutar las tareas de
limpieza del controlador, debemos imprimir un par de páginas completas a color (negro, cyan, amarillo o magenta, según sea el cabezal con problemas) creando un recuadro desde el mismo Word que obligue al cabezal a trabajar de manera intensiva y, en no pocas ocasiones, termina
eliminando el residuo seco y funcionando de nuevo.
En los casos más persistentes, tenemos la opción de
desmontar el cabezal (si el diseño lo permite), depositar un par de milímetros de
alcohol en un plato o recipiente pequeño, y colocar el cabezal sobre él. De esta manera, dejaremos sumergida en alcohol durante 5-10 minutos la zona de impresión,
sacándola con cuidado y secándola con extrema precaución con un
trapo que no suelte pelusa, siempre presionando y no arrastrando el trapo por la superficie. La mayor parte de las veces, esta solución suele evita cambiar cabezales y permite seguir trabajando sin problemas.
Consejo 10. Alimentación
Otra incidencia clásica de las impresoras se da en las
gomas de arrastre que alimentan el papel. Hallar recambio para ellas no siempre es fácil si se trata de modelos baratos o de gama baja, aunque en el caso de las máquinas más caras (sobre todo láser) es relativamente sencillo de conseguir un
kit de reparación de fabricantes como HP, Lexmark o Epson.
Aun así, antes de lanzarnos a buscar las gomas y, peor todavía, a desmontar la impresora (suele ser una tarea bastante ardua), comenzaremos por aplicar
vaselina sobre la goma. Tras dejar que la absorba durante unos minutos, limpiaremos las gomas con un trapo para eliminar la vaselina sobrante e imprimiremos unas cuantas páginas (al principio pueden aparecer manchadas). En muchas ocasiones, esta sencilla operación es suficiente para volver a tener la impresora en perfectas condiciones.
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