La tecnología DLNA permite comunicar varios dispositivos con sencillez para compartir datos de forma directa. En este artículo os contamos cómo emplear esta innovación para ver en el televisor del salón los contenidos de nuestro PC y nuestro smartphone.
En la práctica encontramos muchos más aparatos que pueden conectarse, tales como cámaras de fotos y vídeo, consolas o, incluso, discos duros multimedia, siempre que cuenten con la oportuna certificación DLNA. Dicho estándar nos permite conectar entre sí todos ellos de forma transparente; no hace falta configurar nada especialmente complicado, como veremos a continuación. Solo asegurarnos de que todo el hardware está certificado.
Para el propósito de este práctico hemos usado un smartphone LG Optimus 3D, un televisor LG 47LW650S (también 3D) y un PC con Windows 7 (requisito imprescindible). Estos dos últimos están conectados a la red local por cable, mientras que el teléfono, vía un enlace WiFi.
Integra tu PC en la red DLNA
Paso 1. Requisitos previos
Como hemos mencionado antes, necesitamos un PC con el sistema operativo Windows 7 instalado (cualquiera de las ediciones y da igual que sea la versión de 32 o 64 bits). Por defecto, por cuestiones de seguridad no tenemos activada la posibilidad de enviar y recibir archivos multimedia, sino que tenemos que configurarla a mano.
Una vez logrado, en el menú desplegable que aparece al pulsar con el botón derecho en un archivo nos aparecerá una nueva opción llamada Reproducir en... que nos servirá para enviar dicho fichero al dispositivo DLNA que tengamos configurado en la misma red.
Paso 2. Activa el uso compartido
Lo primero es permitir que otros dispositivos reproduzcan nuestros contenidos. Para ello, abrimos Windows Media Player 12 (viene de serie con Windows 7) y, en el menú Transmitir, activamos la opción Permitir automáticamente que los dispositivos puedan reproducir mis elementos multimedia.
Aparecerá una ventana de seguridad para confirmar este paso, con información adicional si queremos tener acceso a ella, en la que, obviamente, permitimos dicha función. Teóricamente con esto debería ser suficiente, pero en la mayoría de los casos no es así (debido a configuraciones personales del equipo), de modo que seguiremos con el proceso.
Paso 3. Administra las bibliotecas
También desde WMP 12, en el menú Organizar, la primera opción, Administrar bibliotecas, sirve para configurar las diferentes bibliotecas de medios disponibles. En cada una de ellas únicamente debemos incluir más carpetas (donde tengamos nuestros archivos) para que formen parte de dicha biblioteca, pulsando en el icono Agregar desde la ventana que aparece y navegando por la estructura de carpetas del sistema, hasta seleccionar la que deseamos usar.
Paso 4. Configura la red
En el icono de red que hay abajo a la derecha, al lado de la fecha y la hora, pulsamos con el botón derecho y seleccionamos la opción Abrir Centro de redes y recursos compartidos (también accesible desde el icono del mismo nombre en Panel de control).
En las opciones de configuración, elegimos la llamada Elegir grupo en el hogar y opciones de uso compartido y nos aseguramos de tener activada la opción denominada Transmitir por secuencias imágenes, música y vídeos a todos los dispositivos de la red doméstica.
A continuación, pulsamos en la opción Elegir opciones de transmisión por secuencias de multimedia, ventana en la que podemos determinar a qué dispositivos permitimos o denegamos el acceso a los contenidos (en nuestro caso, tenemos el televisor con pleno acceso a todos los ficheros, aunque podemos elegir dentro del propio apartado del TV en la opción Personalizar si queremos delimitar aún más si cabe estos permisos).
Paso 5. Comprueba que todo funciona
Ya hemos terminado con la configuración del equipo. Para comprobar que todo está correcto, volveremos a Windows Media Player y arrastraremos un fichero multimedia a la lista de reproducción. Haciendo clic con el botón derecho del ratón comprobaremos que se muestra la opción que mencionábamos al principio del artículo, Reproducir en, por lo que podemos elegir los diferentes dispositivos DLNA que tengamos conectados a nuestra red local. Es necesario que todos ellos estén encendidos y perfectamente configurados; de lo contrario, a pesar de tenerlo todo correctamente preparado, no se nos mostrará la opción.
Prepara tu smartphone
Paso 1. Configuración inicial
Dependiendo del terminal con el que contemos, la configuración puede ser diferente en algunos aspectos. Así, por ejemplo, en teléfonos Samsung normalmente encontraremos la función AllShare dentro de la opción Conectividad en los ajustes del terminal.
En el caso del teléfono LG que usamos para este práctico, dentro del grupo Aplicaciones está una herramienta llamada SmartShare que es la que utiliza para compartir elementos multimedia. Debemos activarla dentro de Ajustes/Conexiones inalámbricas/Configuración de SmartShare, dejando activada la primera casilla.
También hacemos lo propio con Permitir siempre la solicitud, y elegimos qué elementos multimedia queremos compartir (como imágenes, vídeos, música, etc.). Por último, se muestran las direcciones IP de otros dispositivos configurados para compartir archivos, pudiendo eliminar el que no queramos de la lista al pulsar sobre él.
Paso 2. Elige dispositivos y los archivos
Dentro de la aplicación SmartShare, en la parte superior, vemos dos iconos: uno para el emisor de la señal y el otro para recibirla. Pulsando sobre ellos podemos elegir el dispositivo de cada categoría. Automáticamente el teléfono mostrará la lista de archivos disponibles, que solo necesitan ser arrastrados a la parte superior para comenzar la reproducción.
También podemos elegir una lista dejando pulsado sobre cualquiera de ellos, y en el menú que aparece, seleccionar las casillas a la izquierda de los que queremos incluir en dicha lista. Con este sistema es posible usar el teléfono como puente entre el PC y la TV, aunque la velocidad de la conexión se resentirá y, en el caso de ficheros con gran transferencia de datos, podríamos tener problemas.
Configura tu televisor correctamente
Paso 1. La configuración inicial
En cada televisión es diferente, pero en el modelo de LG que hemos usado para este artículo no hay más que configurar los parámetros de red para conectarla. Teóricamente, permitiendo que la propia TV se encargue de gestionar la IP, la puerta de enlace y el servidor DNS debería ser suficiente, pero en ocasiones, es mejor hacerlo de forma manual para evitar posibles errores.
De modo que introducimos una IP dentro del rango que tenemos asignado en nuestro router, así como los otros datos (la máscara de subred normalmente es 255.255.0.0 y la puerta de enlace es la dirección IP de nuestro router, por lo general, 192.168.1.1 o 192.168.1.0.
Por último, introducimos nuestro servidor DNS (hemos elegido el servidor de Google por sus grandes ventajas a la hora de conectarnos a Internet, con la dirección 8.8.8.8). Hacemos la prueba de conexión para asegurarnos que la TV queda enlazada con el router y con acceso a Internet, que debería mostrar que todo está perfecto.
Paso 2. Selecciona la fuente apropiada
Dentro de las diferentes fuentes de señales (TV, HDMI, USB, antena, etc.) encontramos una llamada DLNA. Si tenemos la conexión de red bien configurada, al seleccionarla nos saldrá la lista de dispositivos compatibles de los que podemos coger archivos multimedia para reproducir. Únicamente debemos navegar por ellos y seleccionar el que deseemos ver en la televisión.
En nuestro caso, podemos ver dos móviles (LG y Samsung) y dos ordenadores, pero obviamente este listado varía en cada caso. Solo debemos elegir el dispositivo, el tipo de archivo que queremos reproducir y, navegando por las diferentes carpetas, encontrarlo y disfrutar de él en la tele. Por norma general, todas las opciones de configuración de la imagen y el vídeo estarán disponibles, incluyendo la capacidad de emular 3D a partir de una fuente 2D.
El futuro pasa por NFC
Esta tecnología es el futuro de las comunicaciones a corta distancia. Su sigla significa Near Field Communication, y lleva aprobada desde 2003, pero no es hasta 2011 cuando parece que puede despegar. Se trata de un estándar de comunicación, evolución del ISO 14443 (RFID) cuya principal característica es que los dispositivos a conectar deben estar muy cerca el uno del otro, a no más de 20 centímetros de distancia.
Esta proximidad tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre los primeros, que la seguridad está asegurada, ya que la distancia necesaria impide (salvo grave negligencia) que alguien se cuele en la conexión. Pero sobre todo, las grandes posibilidades que se abren ante nosotros.
Podemos convertir nuestro smartphone en una herramienta de pago y/o identificación con la que hacer la mayoría de las tareas cotidianas: pagar la compra, registrar nuestra entrada o salida de la empresa, hacer uso del parquímetro e, incluso, con los programas adecuados, identificarnos a la hora de coger un transporte como el autobús, el tren o el avión.
Si es capaz de estar presente en una gran cantidad de terminales y, por tanto, de usuarios, su popularidad irá in crescendo y su consolidación estará más cerca. Hasta el momento, en España se han hecho varias pruebas en los últimos meses.
Conclusiones importantes
A la hora de reproducir contenido multimedia desde nuestro PC en la televisión es importante comprobar que contamos con el equipo necesario, tanto a nivel de hardware como de software.
Dentro del primer apartado, nuestro PC necesita ser capaz de reproducir el contenido que deseemos. Los equipos más modernos no tendrán problemas con prácticamente cualquier tipo de archivo y tamaño, pero ordenadores más antiguos podrían no ser suficientes para, por ejemplo, reproducir vídeos Full HD con un tasa de bits elevada. Nuestra recomendación es contar, al menos, con un procesador Intel Core 2 Duo o AMD Athlon 64 X2 4800+ y una tarjeta gráfica con 512 Mbytes.
Posiblemente y en función de los archivos, con algo menos podáis ver las películas, pero en muchos casos tendréis problemas. La otra parte del hardware viene dada por la red local. Si conectamos tanto el PC como la TV por cable, ningún problema, pues con 100 Mbps tenemos de sobra. Pero si usamos la red inalámbrica en alguno de los dos equipos, os recomendamos que al menos cumpla el estándar 802.11n.
Con el 802.11g sería suficiente en la mayoría de los casos, pero puestos a comprar un equipo nuevo, mejor el primero. En cuanto al software, debemos tener instalado en el PC los codecs de vídeo y audio para reproducir perfectamente los ficheros.
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