Lejos quedan los tiempos en los que había que recurrir a un disco de arranque para reinstalar Windows. Las últimas versiones del sistema operativo de Microsoft hacen que este proceso sea más sencillo que nunca, de manera que instalar el sistema para dejarlo todo como nuevo sea un proceso similar al de los smartphones y tabletas.
Ya solo te queda sentarte y esperar a que Windows se reinstale para volver a estrenar sistema operativo.
Cuando se instala Windows 10, se crea automáticamente en el disco duro una pequeña partición que contiene los archivos necesarios para reinstalar el sistema, de manera que no es necesario tener a mano nada más (ni conexión a Internet ni discos ópticos).
De esta forma, resulta extremadamente sencillo restaurar el ordenador al estado de fábrica. Y lo mejor es que puedes hacerlo mateniendo intactos tus archivos, de forma que nada se pierda por el camino, u optando en su lugar por dejar el PC como si nunca lo hubieses utilizado. Esto último es perfecto si, por ejemplo, el equipo ya no lo vas a utilizar y lo hará otra persona en tu lugar.
Reinstalación desde el menú de Configuración de Windows
Lo primero que has de hacer es pulsar la tecla de Windows y entrar en Configuración. Una vez allí, selecciona el menú Actualización y seguridad y busca el apartado Recuperación, que se muestra en la barra de la izquierda.
A continuación, verás dos opciones. La que te interesará en este caso para reinstalar Windows 10 es la de Restablecer este PC. Tras pulsar en Comenzar, aparecerá otra pantalla en la que podrás escoger entre mantener tus archivos (con lo que tus documentos personales no se verán afectados en absoluto, pero sí los programas que hubieses instalado) o hacer una instalación limpia (en la que no quede rastro alguno).
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